La historia de la publicidad peruana está llena de interesantes ideas que por diversas razones y tiempos, han encandilado a millones de peruanos apelando a diversas emociones, conceptos, paradigmas preestablecidos. Desde el comienzo de la televisión en los 50 (en la radio años antes pero con tímida repercusión) las diversas agencias de marketing nacionales han elaborado miles de campañas publicitarias promocionando infinitos productos. Sin embargo, un margen mínimo de ellas ha superado la barrera del anonimato y se han instalado en el recuerdo colectivo. ¿Cómo lo hicieron? En este post hemos pensado en una época (los 80’s) y 10 ejemplos publicitarios para contar lo más saltante de esa década.

Los 80’s deben ser, de lejos, la época más difícil de la historia nacional de la segunda mitad del siglo XX. No solamente el Perú sufría la violencia de la demencia senderista, sino también los embates de la peor crisis económica que recordemos. Expulsados de la comunidad financiera internacional, sin acceso a créditos de ningún tipo, con más de la mitad de la población en la pobreza extrema, estatizadas las empresas de servicios públicos y golpeados por una inflación espantosa, el Perú inició un camino de atraso e involución que se hizo eco en todos los sectores industriales y empresariales. El propio rubro del marketing peruano se vio también muy afectado y debió salir adelante en medio de grandes carencias tecnológicas. Ese fue su principal distintivo: triunfar con imaginación y creatividad en medio de tanta precariedad, superando con creces la responsabilidad de difundir contenidos a una población que no conocía ni el cable y que recién veía la televisión en color.

Y no solamente eso. Publicistas antiguos señalaron que convencer a una población deprimida a causa de tantas angustias juntas y persuadirla de comprar determinados productos en medio de crisis económica, fue una tarea titánica. Era otro tiempo, otra sociedad, otro escenario histórico, alejado de Internet, el streaming, las redes sociales, mucho más nuclear y familiar. Por lo tanto había que recurrir a recursos efectivos, emocionales, simples, pero a la vez, de suma recordación para la gente. Por ello no sorprende la prevalencia de los jingles, los refranes, el fraseo emocional. Es más, en un posteo anterior sobre la importancia de las campañas publicitarias hablábamos de que uno de los aspectos más emocionantes de hacer publicidad es tener la oportunidad de abrir mentes, de despertar sensaciones, emociones nuevas. Entre lo mejor que logró eso en los 80’s, citaremos los siguientes casos, sin ningún orden en particular:

1. Frunacatoinga (Frunas D’onofrio):

Un comercia irrepetible que ha superado la barrera del tiempo. Lanzado a mediados de 1988, la marca D’onorio superó sus propias expectativas con un comercial divertidísimo, sencillo, con una idea original: Todos los que comían o portaban la sabrosa fruna adquirían literalmente, la facultad de saltar inconteniblemente. Un juego de palabras (que hacían explicito el mensaje onomatopeyico del brinco: «catoinga») servían de hilo conductor del comercial. La campaña publicitaria de la firma fue a nivel nacional y se adaptó la música tanto a radio como a televisión exitosamente. Incluso hoy, pese a tantos años de emitida, gente que no ha visto nunca el comercial conoce el jingle y lo asocia a la firma. Un golazo.

2. Achica precio (National Panasonic)

A comienzos de los 80, los productos de la firma japonesa Panasonic llegaban a nuestro país con otro nombre: National. Su ingreso al país fue muy lento y los ejecutivos de la firma deseaban darle un impulso nuevo. Fue así que en 1984 se armó una campaña publicitaria sin parangón en el Perú, cuyo punto principal era el personaje Toshi (Toshiri Konishi, hoy un conocido chef de comida japonesa). ¿Quién con unos años no recuerda su popularidad? Aparecía en televisión, presentaciones personales, catálogos y avisos. Toshiro Konishi fue un éxito inmediato, personificando a ese personaje entrañable que era “el japonés de National”. Hasta hoy, la frase que lo hizo conocido (Achica precio) trae su recuerdo y recuerda la marca, hoy desaparecida y reemplazada por Panasonic.

3. Suaveciiito (Turrones San José)

Aunque es conocida la tradición y afición peruana por comer turrones en el mes de octubre, el mercado de este producto en los 80’s no mostraba un líder reconocido ni diferencial. Panificadora San José decidió cambiar la situación apostando por figuras reconocidas que “garantizaran” el excelente sabor del turrón y potenciaran la campaña que años atrás había liderado el desaparecido cómico Alex Valle, quien fue el primero en decir su famosa frase: “Suaveciitto”. Así, se convocó nada menos que a Ramón Valdéz (“Don Ramón) en 1987 y a Carlos Villagrán (“Kiko”) en 1988 para promocionar las bondades del turrón. Si bien la campaña no era precisamente muy original, fue de las primeras que recurrió a la fama de terceros para hacer creíble un producto. Las ventas disparándose en los años siguientes y el recuerdo de la frase mencionada, fueron el espaldarazo que buscaba la compañía para triunfar.

4. Pepsi, el sabor de la nueva generación

La empresa norteamericana a mediados de los años 80 tenía una presencia prácticamente nula en el Perú, dominada por firmas ya establecidas como Coca Cola e Inca Kola. Conscientes de eso, determinaron instalarse en el target más arriesgado pero de mayor potencial: los jóvenes. Un slogan y una campaña espectacular (merchandising, folletos, etc) llamada “Pepsi: el sabor de la nueva generación” (1986-1989), elevaron a la bebida a la cima de la popularidad gracias a una estudiada serie de comerciales televisivos que pasaron a la posteridad y que utilizaron a figuras jóvenes como Gianmarco, Johanna San Miguel, Jean Borthayre, Paul Martin, entre otros. Una mención aparte merecen dos spots de esta millonaria campaña: Primero, el romántico spot del 14 de febrero de 1987 concebido por Publicistas Asociados/BBDO y protagonizado por Ericka Stockholm y Rafael Plaza (considerado uno de los mejores de todos los tiempos). Una idea básica y bien dirigida hizo que la firma se posicione hasta hoy como bebida de la juventud. La gente recuerda siempre esa campaña. Y segundo: El maravilloso comercial de dos astronautas disputándose una Pepsi en el espacio, ganador de premios en el extranjero. Un lujo.

Aquí les dejamos parte de los spots de esta campaña

5. Pásame la Manty (Margarina Manty)

Aunque finalmente se emitió en 1990, la campaña empezó años antes con la salida al mercado de la margarina Manty y un nuevo concepto de vender mantequilla. La empresa Calixto Romero S.A. (propiedad del Grupo Romero, hoy Alicorp) había pensado en un producto más económico y similar a la mantequilla natural de vaca. Así surgió la idea de la presentación en pote (de hecho más atractiva y dirigida principalmente a los niveles socio-económicos bajos) ya que ofrece una margarina mucho más suave que la barra e ideal para el untado en el pan. La campaña a nivel nacional (concentrada en amas de casa y desarrollado en radio, televisión, medios impresos e impulsaduría en supermercados y mercados populares) tuvo uno de sus picos más altos con un comercial de suma recordación. En una casa de Cieneguilla se convocó a las entonces niñas Natalia Garrido (hoy productora de televisión), Luana Posso (Corredora de Seguros), Nathaly Monassi y Rebeca Podestá (Sexóloga y consejera de parejas) para protagonizar un comercial que no requiere de mayor explicación. Lo paradójico del caso es que si bien la frase “Pásame la Manty” pasó al ideario colectivo, el spot en sí mismo no representó un auge mayor ni de la campaña, ni de las ventas. Cosas que pueden ocurrir en el marketing.

6. La fuerza de lo nuestro (Inca Kola)

Sin dudas, una de las campañas publicitarias más recordadas de todos los tiempos y de hecho, la responsable de la fama implícita y explícita que tiene Inca Kola como uno de nuestros productos de bandera. En 1984 Corporación Lindley, fabricante de la bebida, decidió realizar un cambio de imagen casi total de su producto desde la campaña “El sabor de tu alegría”. No solamente hizo retoques a su logo, sino también modificó el aspecto de su botella, avisaje, slogan, imagen corporativa, etcétera. El momento más álgido vino con la campaña “La Fuerza de lo Nuestro” donde se exhibieron una serie de spots (varios compuestos por Miguel “Chino” Saavedra y realizados por Chroma Producciones) y se resaltaron los valores de la familia, la cultura, la gastronomía, las fiestas nacionales, teniendo siempre a una botella de Inca Kola como protagonista. El posicionamiento de la empresa como número uno en su sector y la aceptación mayoritaria de los peruanos, fueron la consecuencia de una idea sencilla, pero emocionalmente poderosa: Los sentimientos patrios. ¿Quién no recuerda el silbido del niño moreno y la bella canción del spot principal? Un acierto.

Aquí puede ver varios de los comerciales de aquella época, para una idea mejor:

7. Ron Pomalca, Rubio Sol (Ron Pomalca)

Una campaña de publicidad novedosa que sorprendió gratamente a los peruanos. Con la llegada de la televisión a color en 1980 y el regreso del país a la democracia, la empresa productora del conocido licor coincidió en la necesidad de darle un tono más peruano a una bebida de carácter internacional y hacer reconocible el trabajo de la famosa hacienda responsable de la producción (chalanes, caballos de paso, caña de azúcar, etc, incluidos). En un tiempo donde el Pisco mantenía un perfil bajo, una campaña magnífica que tuvo como corolario una gran canción cantada por Oscar Avilés y Lucy Valverde puso en el ojo público –hasta hoy- el sabor del ron.

8. Gansito: (Pyc)

La empresa Piaggio y Canepa (PYC), antes de ser absorbida por Panificadora Bimbo de Perú, empezó a ingresar los productos de esta trasnacional al mercado peruano. De todos ellos, había uno que abrigaba muchas esperanzas en éxito de ventas, después de la inicialmente modesta recepción de los panes de molde (el Pan Pyc). Ese era el Gansito, un pequeño pastel relleno de crema y mermelada de fresa, recubierto de chocolate y chispas (también de otros sabores) cuyo target principal serían los niños. El riesgo al fracaso era bastante alto ya que los productos envasados en aquel tiempo no eran tan bien vistos, pero en 1984 una idea sencilla, tierna, protagonizada por unos niños que perseguían a un ganso, tuvo mucha pegada. El éxito en las ventas continúa hasta hoy, a pesar que otro es el dueño del producto inicial de Pyc.

9. (Lo simple y exigente) C.C Camino Real

El 25 de noviembre de 1980 se inauguró este modernísimo centro comercial para la época, comparable a lo que en su momento significaron (significan) el Jockey Plaza, Plaza San Miguel o Larcomar. En su inicio tenía más de 200 tiendas, entre ellas un supermercado, una pizzería, tiendas de ropa, zapaterías, accesorios para el hogar, boutiques, librerías. etc. En la cúspide de su popularidad (años 83 y 88) se volvió punto de congregación local especialmente por los jóvenes, que hicieron de este lugar un obligado punto de encuentro. La Junta de Propietarios del C.C y sus empresas aliadas reforzaron la idea de ser un punto donde podías encontrar de todo, lo simple y lo exigente, con una gran campaña de promoción (avisos, folletos, spots radiales y televisivos) que invitó a verdaderas masas a visitar sus instalaciones. Pero a diferencia de otros centros comerciales, un atentado terrorista en los 90 y un lamentable incendio ahondaron su crisis y al cabo de unos años del gran centro comercial quedó muy poco, pese a los diversos esfuerzos que se ha hecho por reflotarlo. Sin embargo, esto no impide mencionarlo en este ranking, por los méritos de su campaña de difusión.

Elegimos dos spots que puede ver aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=o64jrYlxZc4

10. Sentir de verdad (Coca Cola)

Después del fracaso mundial que fue la campaña Coke y su lema “Coca Cola es así”, la trasnacional decidió lucharle país por país a Pepsi el avance espectacular que había tenido con “Pepsi, el sabor de la nueva generación”. Así, en 1989 lanzaron una campaña denominada “Sentir de verdad” que a diferencia de Pepsi y su exaltación de los valores y deseos juveniles, prefirió resaltar los valores de todas las edades, desde el primer amor, el deseo de triunfar, la niñez, el altruismo, etcétera. Una campaña millonaria de anuncios en los medios audiovisuales y escritos, merchansing, paneles, sorteos, y mucho más, literalmente inundaron las calles de Lima obviando el peligro del terrorismo. Uno de ellos tuvo un impacto especial. Fue la versión peruana de un comercial norteamericano sobre el primer amor, cantado originalmente por Robin Beck (First Time) y en su version latina por la cantante Rocío Banquells. La campaña fue tan masiva que el tema de la mexicana sonó en las radios y estuvo en los charts de la época. Y lo mejor, reposicionó a la marca en el mercado.

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