¿Cómo Crear una Conexión Emocional con el Diseño?

Cada proyecto que completas conecta con los usuarios de alguna forma. El diseño comunica un mensaje y un tono. El tono emocional es lo que observaremos con profundidad esta vez para entenderlo mejor.

Las conexiones emocionales caen en cuatro pares de categorías básicas – alegría y tristeza, confianza y disgusto, miedo y furia, y sorpresa y anticipación. Entender este rango de emociones y como se relacionan a un mensaje visual es importante para que tu proceso de diseño sea recibido de la manera que tienes pensada. Mientras lees este artículo mira las páginas presentadas y cómo te hace sentir cada una y qué partes de la estética visual contribuyen a esa emoción.

La rueda de emociones

Así como la rueda de color es herramienta básica para un diseñador, también lo es la rueda de emociones. Robert Plutchik, psicólogo y educador, desarrolló esta rueda en 1980. Su rueda esta basada en cuatro emociones básicas y sus opuestos.

La emoción que siente una persona al interactuar con un diseño resulta en una emoción correspondiente. Esta emoción puede determinar cómo una persona ve e interactúa con tu diseño o incluso con la marca/compañía.

Alegría y tristeza

La felicidad es contagiosa. Lo que eso significa para tu diseño es que la gente querrá compartirla con otros, en redes sociales, cara a cara o de otras maneras. La gente conecta con estéticas felices de una manera única porque es algo que les hace sentir bien con una asociación emocional positiva.

Las imágenes tristes conectan con los usuarios en una forma similar. Porque la tristeza crea una sensación de empatía con la que muchos usuarios reaccionarán. Ellos confiarán en la materia más o la compartirán por que sienten que ayudan.

Confianza y disgusto

La confianza y el disgusto van mano a mano y la línea entre los dos puede ser cruzada fácilmente. Quieres crear algo que luzca real y creíble para que los usuarios puedan relacionarse con él. Pero esto no significa que no pueda ser fantasioso. Solo necesita una pizca de confiabilidad.

Sin esa confiabilidad, la conexión emocional puede convertirse en disgusto rápidamente. Esto puede hacer que se vuelva difícil para los usuarios relacionarse con tu mensaje o conectar con las imágenes que les presentas.

Miedo y furia

Usar miedo o furia en un diseño pueden las emociones más difíciles para trabajar. Para algunas personas la respuesta emocional al miedo es huir – no quieres que esto ocurra cuando la gente ve tu diseño. Pero para otros el miedo los vuelve seguros con su situación presente, haciéndolos conectar mejor con la información que presentas.

La furia y negatividad tienen un efecto duradero. Esas emociones visuales llevan a la agresión o terquedad y tienen una naturaleza impredecible respecto a cómo impactaran a la gente las imágenes negativas o furiosas.

Sorpresa y Anticipación

La sorpresa puede entretener y ayuda a crear una conexión con el usuario. Un elemento visual o acción interesante puede lograr esto. La sorpresa a menudo viene con miedo o felicidad para crear una asociación emocional general.

Ya has visto los anuncios de «próximamente». Esto nos genera anticipación. Despierta la curiosidad de la gente sobre lo que viene después. Una página de intriga bien diseñada será recordada – y con suerte los usuarios regresarán muchas veces para descubrir qué pasará.

3 Niveles de diseño visual

Las conexiones emocionales asociadas con tu diseño vienen de muchos lugares y cosas. A veces esas emociones están bajo tu control con elementos tales como el color y el tono y otras pistas visuales. A veces no lo están (considera a un cliente que odia el color rojo o que le teme a los monos y tu logo es un mono rojo.)

En lo que debes centrarte es en las cosas que puedes controlar. Donald Norman explica que existen tres niveles de diseño visual – visceral, conductual y reflectivo. Esos conceptos pueden explicar cómo nos relacionamos a un elemento visual y cómo crear algo más atractivo, efectivo o bien recibido.

Nivel visceral: La primera impresión que alguien tiene con un diseño. Es una reacción puramente instintiva a algo. Este nivel de diseño puede hacer que los usuarios sientan algo (la reacción deseada) o dejar una impresión neutral e inmemorable. Un buen diseño visceral te deja sintiendo algo y deseando interactuar con el diseño otra vez.
Nivel conductual: Este nivel se relaciona a la experiencia de usuario. ¿Qué quieres hacer con el diseño? ¿Cómo funciona? Puedes pensar que esto solo se aplica a proyectos digitales tales como aplicaciones, pero tiene un mayor alcance. Al nivel más simple, el diseño de una tarjeta de presentación implica una conducta – tomarla y archivar la información para después.
Nivel reflectivo: El nivel más alto del proceso de pensamiento visual-emocional es el reflectivo. Es la interpretación y el entendimiento de un elemento visual combinado con las sensaciones que produce. En esta etapa del pensamiento, una persona determina y crea una impresión duradera de algo. ¿Es memorable? ¿Deja una impresión duradera?

Señales visuales-emocionales

¿Qué elementos puedes incorporar en tus diseños que estén asociados con emociones diferentes? La respuesta es casi cualquier cosa. Cada elemento visual creará algún tipo de conexión con los usuarios. Y esto es vitalmente importante. Aaron Walter explica que la emoción crea «una experiencia para los usuarios que los hace sentirse como que hay una persona, no una máquina, al otro lado de la conexión.»

Piensa sobre los impactos emocionales con los que pueden ser asociados cualquiera de estos elementos visuales comunes, positiva o negativamente.

Color
Sonido
Grandes palabras
Textura
Usabilidad
Legibilidad
Estilo de fotos
Forma

En adición a esas señales visuales, hay tipos específicos de enganches emocionales que puedes crear con la estética general. Determinar el tono correcto y el impacto emocional debe ser una de las primeras discusiones al inicio de cualquier proyecto de diseño.

Entretenimiento y compromiso
El humor y la ligereza
Patrones y disonancia
El reconocimiento y la familiaridad
Relación y el tono

Conclusión

En casi cualquier diseño, la meta es lograr que los usuarios conecten con tu trabajo. Mientras que las emociones deseadas pueden variar, la mayoría tienen temas comunes. Un buen diseño tiene elementos de atractivo, efectividad y es placentero y memorable para el usuario.

Combinando esas ideas y trabajando con fuertes señales visuales que activen las emociones correctas para tu proyecto, puedes desarrollar un diseño que funcione de la manera correcta. Tendrá el atractivo visual y evocará conexiones emocionales.